Cassandra Garrison 05 de septiembre
de 2019
Andreina Pirrone viajó de Venezuela a Argentina hace
seis años, mientras su país avanzaba hacia la peor crisis humanitaria de su
historia. No sabía que le deparaba el futuro, pero estaba segura de que sería
algo mejor.
Pirrone, una empleada de una fábrica de pastas en
Buenos Aires, ahora siente una sensación de “deja vu”, ya que su hogar adoptivo
tambalea hacia su propia crisis económica con una inflación superior al 50% y
su moneda, el peso, se deprecia en medio de temores de incumplimiento de deuda.
La incertidumbre de Argentina golpea a la extensa
comunidad venezolana en el país sudamericano, quienes en su mayoría se mudaron
a estas tierras para escapar de la creciente pobreza, la escalada en la
inflación y los estrictos controles sobre el tipo de cambio y los alimentos.
“No es algo por lo que quisiera pasar otra vez. Aparte
trabajé muy duro para sacar a mi familia de allá y traerlas posiblemente a lo
mismo es terrible”, dijo Pirrone, cuya madre y hermana se unieron a ella en
Argentina.
Sería complicado abandonar Argentina, pero lo
consideraría si las cosas empeoraran, especialmente con un probable cambio de
Gobierno hacia fines de año, estimó.
“Yo no salí de Venezuela para volver a caer en otro
tipo de gobierno similar (por ende) sí, me iría”, añadió.
El presidente de centroderecha argentino, Mauricio
Macri, fue fuertemente golpeado en la elección primaria de agosto, con lo que
es muy probable que los comicios presidenciales de octubre sean ganadas por el
candidato de la oposición peronista, quien es acompañado en la su lista por la
expresidenta populista Cristina Fernández de Kirchner.
Argentina, el cuarto destino en la lista de los
migrantes venezolanos, ha estado en recesión y tomando medidas de emergencia
para afrontar crisis económicas desde el año pasado.
El resultado de las elecciones del 11 de agosto
provocó una nueva merma en el mercado, con el peso perdiendo más de un cuarto
de su valor frente al dólar solo en el octavo mes del año.
En respuesta a este retroceso en los mercados
domésticos, Macri lanzó planes para retrasar los pagos de la deuda e impuso
controles cambiarios para proteger a la moneda local.
Para algunos venezolanos expatriados, esto trajo
recuerdos de lo ocurrido en su hogar, que durante largo tiempo ha estado bajo
controles de divisas que muchos consideran como la raíz del malestar económico
del país.
“Realmente lo primero que uno piensa es irse a otro
lado”, dijo Alejandro Dugarte, un empleado de una empresa de pagos digitales en
Buenos Aires, quien dejó Venezuela hace tres años.
“Ya la vivimos (la crisis), vivirla de vuelta no es mi
plan”, dijo a Reuters desde la sala de estar del departamento de Buenos Aires
que comparte con su novia, y agregó que aún no tenía planes concretos de dónde
o cuándo se mudaría, o si lo haría.
PARAÍSO VS CAOS
En los últimos años, se estima que 4,3 millones de
venezolanos han huido de un colapso económico en su país de origen que ha
provocado una crisis humanitaria y la escasez de alimentos y medicamentos. La
mayoría se ha dispersado por América del Sur.
El sonido de la música de salsa venezolana y el aroma
de la arepas se han tornado habituales en las ciudades de toda la región,
incluida Buenos Aires. Cerca de 650.000 inmigrantes venezolanos registrados se
han establecido en Argentina en los últimos años.
Juan José Granados Hernández dijo que vendió huevos en
la granja de su padre en Venezuela hasta que el dinero ya no alcanzó para
alimentar a todos en su casa. Ahora, es un ciclista de entrega de pedidos de
las aplicaciones Rappi y Glovo en Buenos Aires.
“Venezuela es un caos total. Aquí todavía es un
paraíso comparado con Venezuela”, dijo, y agregó que Macri le “abrió la puerta”
a los venezolanos.
Sin embargo, la incertidumbre política han asustado a
algunos venezolanos. Fernández de Kirchner, candidata a la vicepresidencia por
la lista opositora peronista, dirigió el país entre 2007 y 2015 y fue aliada
ideológica del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Por su parte, su compañero de fórmula y candidato a
presidente, Alberto Fernández, ha criticado las demandas regionales de que
Maduro renuncie y dijo que si es elegido se unirá a México y Uruguay para
promover las conversaciones entre Maduro y la oposición.
Eso representaría un cambio de política importante que
terminaría con casi cuatro años de críticas estridentes contra Maduro bajo el
mandato del presidente Macri.
Maduro culpó de los problemas económicos de Venezuela
a las sanciones de Estados Unidos y dijo que han llevado a algunos venezolanos
a probar suerte en otros países, pero que el alcance de la crisis y el número
de migrantes se ha exagerado.
Los venezolanos desconfiaban del regreso a las
políticas izquierdistas de Fernández de Kirchner porque tenían “miedo y terror
de todo lo que tiene que ver con el socialismo”, dijo Sofía Nunes, una periodista
venezolana que ha vivido en Argentina durante cinco años y trabaja para el
sitio de noticias locales ‘Urgente24’.
Nunes ha aparecido en la televisión argentina
criticando la situación en Venezuela y añadió que había hablado con sus amigos
sobre dejar Argentina, pero no podía imaginar reconstruir su vida nuevamente.
“Me voy a ir ¿a dónde? a sufrir otra vez ¿a dónde?”,
comentó Nunes.
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