N. Niebieskikwiat 12 de octubre de 2019
@natashanieb
El
ministro de Justicia Germán Garavano viajará a la Corte Penal Internacional
(CPI), que tiene sede en La Haya, Países Bajos, para el próximo martes 15
entregar en mano el informe sobre las torturas, violaciones y ejecuciones que
denunciaron haber visto y sufrido decenas de venezolanos que residen en la
Argentina.
Garavano
tiene previsto reunirse con el fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, y entregarle
el informe completo, con nombres y detalles, de la denuncia de unos 40
venezolanos residentes en el país.
También
se remitirá a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet,
quien elaboró su propio archivo de denuncias de abusos de venezolanos acosados
por el aparato chavista. Son miles de testimonios que tensaron la relación de
la ex presidente de Chile con Nicolás Maduro y su gabinete.
Además, Garavano viajará para entregar al museo de la
CPI una serie de objetos que se considera que tienen un gran valor
simbólico para los argentinos, y que hacen referencia a la
última dictadura militar (1976-1983). También, dijeron en el
ministerio, Garavano tiene una audiencia con Han Moraal, secretario general de
la Asociación Internacional de Fiscales (IAP), para intercambiar experiencias
respecto a la persecución del crimen organizado.
Clarín obtuvo
a fines de septiembre, una parte de informe que elaboró el Ministerio de
Justicia entre julio y agosto de este año -con testimonios numerados y sin
nombres para preservar las identidades ante la prensa-. En este
se considera que lo que vieron y sufrieron al menos 29 de los
más de 40 denunciantes encuadran dentro de la figura de crímenes
de lesa humanidad bajo el llamado Estatuto de Roma. Son relatos de asesinatos,
torturas, encarcelaciones y privaciones graves a la libertad física,
de violencia sexual, y desapariciones forzadas. También de persecución por razones
políticas y en todas se demostraría el uso de la fuerza indebida, también para
reprimir manifestaciones.
Los testimonios fueron recibidos en el Centro de
Orientación a Migrantes, que creó el gobierno en julio por decreto para recibir
también de manera telefónica los testimonios, que según se afirma disminuyeron
tras las PASO del 11 de agosto pasado, en gran parte por temor a un cambio de
gobierno.
Este Centro trabajó bajo la órbita de la secretaría de
Derechos Humanos, que dirige Claudio Avruj. Los testimonios fueron recibidos
por profesionales y técnicos que buscaron como primera medida la extrema
protección de la identidad.
La crisis de Venezuela y cómo relacionarse con Maduro
es un tema que está en el centro de la campaña, y marca fuertes diferencias
en el oficialismo y el kirchnerismo.
El candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández,
ya confirmó que retirará a la Argentina del Grupo de Lima, una instancia
central en la política de alianza de Argentina hoy con Estados Unidos, y que
presiona al régimen de Maduro. Igual hay diferencias dentro del albertismo
sobre cómo llevar el tema Venezuela: mientras el líder del Frente Renovador,
Sergio Massa, se mostró en Nueva York durísimo contra Caracas, en el
cristinismo hay quienes desean un vínculo de negocios y política similar
al que hubo en el pasado y, lejos de condenar a Maduro, lo consideran una
víctima de factores externos.
En cuanto a los elementos que Garavano le va a
entregar al museo de la Corte sobre la dictadura argentina, se trata de un
fichero con réplicas de denuncias sobre violaciones a los Derechos Humanos, un
ejemplar del Nunca Más -el emblemático informe sobre las violaciones a los
derechos humanos en este país- y las tapas de las versiones de este libro
publicadas en Israel, Brasil, Inglaterra, Alemania y España, una serie de fotos
del juicio a las juntas militares y copias de su sentencia original firmada.
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