Pierina Sora 04 de junio de 2020
@pierast
El
Director Ejecutivo de Equilibrium CenDE, Gustav Brauckmeyer, estudia desde Lima
la situación de los migrantes, que en su mayoría no están percibiendo ingresos
en este momento
Equilibrium CenDe (Centro
para el Desarrollo Económico), es un centro de investigación sin fines de lucro
que parte de una necesidad: generar información. Gustav Brauckmeyer, quien
preside este centro junto a otros investigadores, es un joven venezolano de 25
años que emigró de Venezuela en el año 2012 para hacer su carrera de Ciencias
Políticas en la Universidad de Marburgo, en Alemania; luego saltó a Inglaterra
para especializarse en Desarrollo Internacional, en la Universidad de
Manchester. Una vez que finalizó sus estudios, migró a Perú para iniciar varios
proyectos de investigación y otros tantos que estuviesen relacionados
con la consultoría.
Los países desarrollados, por lo general, cuentan con
varios centros de investigación, y estos son fundamentales para quienes toman
decisiones y deben diseñar las políticas públicas que requiere cada sociedad.
Brauckmeyer, al analizar los desafíos sociales de la crisis económica, social y
humanitaria en Venezuela, decidió fundar en Lima este centro de investigación
que hoy también tiene proyectos en Colombia, Ecuador y Venezuela, teniendo como
objetivo dos frentes: generar investigación accionable para los tomadores de
decisiones y la creación de contenido informativo para el público en general.
Hoy, tanto Gustav Brauckmeyer como su equipo de
trabajo estudian mediante encuestas a la comunidad migrante venezolana en
países como Colombia, Ecuador y Perú durante esta crisis sanitaria que golpea a
los más vulnerables en un escenario de fuerte contracción económica
regional. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una caída global
del PIB como consecuencia del Covid-19. En el caso de Perú, el PBI caería en
2020 en 4,5% para crecer 5,2% al término de 2021; mientras que Colombia tendría
un decrecimiento del 2,4% en su PIB para el cierre del 2020; y en Ecuador el
PIB caerá en 6,3%.
Con la llegada de esta pandemia, ustedes como centro
de desarrollo han realizado varios sondeos y reportes de la población migrante
venezolana. ¿Cuáles son los datos más relevantes hasta ahora?
Hemos estudiado los casos de Perú, Ecuador y Colombia
y hemos observado que entre un 33 % y 45 % de los migrantes han
perdido su empleo, dependiendo del país, y alrededor del 80 % de los
migrantes en los tres países no está generando ingresos A eso hay que sumar que
entre un 5 % y un 8 % de las personas nunca han generado ingresos
porque son estudiantes o se dedican a las labores del hogar. A esto se le suma
un factor importante: la mayoría de los migrantes no cuenta con familiares,
amigos en esos lugares que puedan ofrecerles ayuda en cuanto a dinero, comida,
un hogar donde estar. Otro asunto preocupante es el tema de los desalojos en
Perú: alrededor de la mitad de los migrantes percibe tener un riesgo de
desalojo de su vivienda arrendada, y un 16 % de ellos manifiesta que es un
riesgo alto. Entonces, el no contar con capacidad de ingreso y no contar con
redes de apoyo pone a la población migrante en una situación de especial
vulnerabilidad que requiere de una atención inmediata.
El Gobierno del Perú convocó a un equipo de expertos
para describir el impacto y plantear recomendaciones frente al covid-19. En
dicha publicación integraron a la comunidad venezolana. ¿Qué es lo que se
planteó el gobierno de Martín Vizcarra?
Efectivamente fuimos convocados por el Gobierno y por
el Ministerio de Salud para hacer un planteamiento respecto a la situación que
han enfrentado los migrantes venezolanos y algunas propuestas para lo que
viene, sobre cómo manejar la situación actual y posterior a la cuarentena, la
reapertura y algunas propuestas de cambios estructurales. Fue un trabajo que
hicimos en conjunto con Feline Freier, investigadora de la Universidad del
Pacífico.
Nuestra prioridad era mostrar dos cosas, las
vulnerabilidades estructurales que enfrenta esta comunidad, lo que quiere decir
que de por sí, sin el covid-19 hay factores que posicionan a los migrantes
venezolanos en una posición de vulnerabilidad y que viene a ser parte de las
realidades migratorias. Esto afecta su acceso a servicios de salud, al mercado
laboral, al sistema educativo, entre otros. Y mostrar también lo que ha sido el
impacto del covid-19 sobre esta población, lo cual ya hemos conversado y ha
sido realmente crítico. Una vez que planteamos esta foto de cuál es la situación
de los migrantes en Perú, procedimos a hacer una serie de propuestas en tres
niveles. El primer nivel corresponde a lo que es la atención humanitaria
inmediata, el segundo nivel corresponde a lo que es la reincorporación a la
actividad económica y el tercer nivel corresponde a lo que son cambios
estructurales, en total planteamos 17 propuestas.
¿Cuáles son los escenarios para los próximos meses de
los migrantes venezolanos?
Es una pregunta realmente compleja, es difícil decir
qué viene, porque no sabemos qué viene para nadie. La verdad es que hay mucha
incertidumbre sobre cómo va a fluir este período de la segunda fase del
covid-19, donde vemos a algunos países empezando a levantar lentamente la
cuarentena. En general será un período duro, esa es la realidad, pero es algo
que uno no quiere escuchar. La realidad es que viene un período duro para los
venezolanos en la región sobre todo, donde la creatividad en cuanto a la forma
de generar ingresos será fundamental, donde el autoempleo y el emprendimiento
van a ser herramientas claves para poder generar ingresos, donde la
competitividad por puestos de trabajo va a ser compleja, porque estamos en un
período de achicamiento de la economía donde mucha gente también peruana,
colombiana y ecuatoriana se ha quedado sin empleo. Entonces la competitividad
va a ser alta, pero también podría ser un espacio donde se van a abrir unos
períodos de reformas importantes en todos los países, después de ver el efecto
que puede tener una crisis de esta magnitud y que podrían incluir espacios para
estas reformas que apoyan también a los migrantes.
Perú es el país donde más casos de xenofobia se han
registrado, cómo es percibido este tema y qué piensan los peruanos de los
venezolanos por un lado y los migrantes venezolanos hacia los peruanos por el
otro.
La xenofobia es difícil de medir y calcular, es algo
que normalmente ocurre por una serie de factores. Si observamos las encuestas
de opinión de lo que es la migración venezolana al comienzo de este período, es
decir, 2017 al 2018, la percepción de la mayoría de los peruanos hacia los
migrantes era positiva, consideraban que la migración podría estimular la
economía y traer cosas positivas en general. Sin embargo, con el aumento de la
migración ha habido problemas en el ámbito ciudadano, laboral, social, han
venido cambiando las percepciones y nos encontramos en un punto donde la
percepción de los peruanos frente a la migración venezolana es negativa. Los
medios de comunicación han jugado un rol fundamental en expandir una percepción
de que los crímenes migrantes son abrumadores, más críticos, etc. Y esto ha
llevado a que los peruanos perciban a los migrantes venezolanos como una
población violenta y que pone en riesgo su seguridad personal. Todas estas
cosas vienen impulsadas en muchos casos por discursos y narrativas desde
actores que son influyentes en la política pública y en los medios de
comunicación, aunque muchas de las cosas que se exponen no sean reales o estén
siendo exageradas.
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