Su alto nivel educacional, sus ganas de trabajar y la
necesidad de encontrar un lugar seguro para vivir hacen que los venezolanos
apuesten por Chile. Te contamos por qué es necesario darse cuenta de los
beneficios que esto tiene para el país.
Por María Victoria Coutts | 2017-09-27
Chile se está adaptando a un cambio que lo tomó desprevenido. En
solo un par de años las calles se transformaron: nuevos acentos y colores
llegaron a enriquecer el país. Peruanos, colombianos, haitianos y venezolanos
han arribado a distintas ciudades en busca de mejores oportunidades económicas
o, en el caso de los venezolanos, de un lugar seguro para vivir.
Así, en
cuestión de años nos convertimos en
el país
latinoamericano donde más ha aumentado la inmigración. Sin
embargo, muchos de ellos se encuentran con un Chile que todavía no se ha
acostumbrado a este cambio cultural: no hay una normativa que los acoja (la que
hay está obsoleta y
recién se empezará a discutir un nuevo proyecto de ley)
y como sociedad, a veces, no hemos estado
a la altura.
El analista
internacional y secretario ejecutivo del Centro de Derecho Público y Sociedad
(Publicuss) de la Universidad San Sebastián, Patricio Gajardo, dice
que es necesario
que nos demos cuenta de la gran oportunidad que significa la
llegada de migrantes de distintas nacionalidades al país. Y se enfoca aquí en
el caso de los venezolanos.
Devolverles la mano
Gajardo dice
que tenemos que recordar que Venezuela se caracterizaba por ser un país que
acogía a migrantes. Fue uno de los principales países que recibió exiliados
chilenos durante la dictadura.
No era un país
que expulsaba o que generaba olas migratorias como ha ocurrido en estos últimos
años. Debido a la compleja situación que está viviendo Venezuela, hoy el escenario
es al revés, muchos de ellos están eligiendo Chile para salir de su país.
“Yo sé que
estamos enfrentando una situación distinta, pero con componentes que son
similares. No vemos una dictadura a través de un golpe de estado, pero es un proceso de aumento del
autoritarismo de manera gradual, progresiva, y ahora yo
definitivamente pienso que después del 30 de julio pasado, se produjo un golpe
de estado en Venezuela y la situación es muy similar”, sostiene Gajardo.
Decidir venir a
Chile, es una apuesta riesgosa, porque tienen que viajar miles de kilómetros y
abandonar lo que tenían allá, ¿a qué llegan?, ¿cómo los estamos recibiendo?,
¿qué dicen ellos?
En El Definido
conversamos con María Laura Liscano, presidenta de Amigos de Venezuela,
una organización que busca apoyar a la comunidad venezolana que llega a Chile;
para conocer cuál es la situación de los venezolanos que vienen al país.
Nos explica que
muchos venezolanos están eligiendo Chile porque acá encuentran algo que en Venezuela
perdieron. “Chile es un país que tiene una buena economía, es
un país que tiene principalmente algo por lo que nosotros huimos, tiene
seguridad (…) En Chile si tú trabajas, tú por lo menos sabes que vas a tener
comida, que vas a poder pagar el arriendo y puedes proyectarte. En Venezuela
hoy en día eso no es posible, porque la inseguridad es muy grande”, explica y
agrega que ellos estiman que hoy la comunidad venezolana en Chile bordea las 70 mil personas (esta
cifra la calculan del plebiscito que
se realizó el 16 de julio).
Los venezolanos
que llegan son, en su mayoría, jóvenes
entre los 20 y 35 años. Liscano cuenta que el porcentaje de
profesionales (técnicos, universitarios, postgrados) que llegan, siempre ha
sido alto, aunque cree que puede haber bajado este último tiempo. “Al menos, el
90% del venezolano que está aquí es profesional”, dice María Laura.
Dispuestos a empezar desde cero
La mayoría de
los venezolanos que están llegando a Chile tuvieron, en su momento, buenos
puestos de trabajo en Venezuela. “Tenían
un estándar de vida alto que probablemente jamás habrían
decidido migrar, dadas esas condiciones, a Chile y a ninguna parte”, nos
asegura Patricio Gajardo.
Se trata de una
migración buscada como la única salida para tener un mínimo de seguridad y un
desarrollo personal y familiar mínimo. El analista dice que probablemente, por
esta razón, están
dispuestos a soportar mucho más de lo que podrían estar
dispuesto a soportar si fueran a otro país como un inmigrante tradicional que
busca mejores oportunidades. “Está buscando ciertas condiciones de vida mínimas
de paz social que en su país no encuentra”, explica el analista.
Los venezolanos
que llegan a Chile vienen a trabajar, a salir adelante, a reinventarse y buscar
un mejor futuro, recalca Liscano:
“Nosotros
estamos dispuestos a dejarlo todo y empezar de cero, hay muchos profesionales que han
dejado absolutamente todo y los ves en restaurantes de meseros, porque empezar de cero,
implica empezar a hacer todo de nuevo, empezar a construir tu vida y dejar de
lado tus títulos, tus posesiones y decir ‘bueno voy a construir una nueva vida,
un nuevo futuro’”.
Una oportunidad que no nos podemos farrear
Ya hemos
mencionado el valor potencial que tiene la interculturalidad en nuestro país,
si es que sabemos abordarlo como oportunidad y no como problema.
Pero yendo aún
más allá, y teniendo en cuenta que los migrantes venezolanos son personas con
mucha preparación profesional, deberíamos comenzar a cambiar la mentalidad.
Empezar a ver cómo los incluimos, cómo aprendemos de ellos, como los integramos
y permitimos que ellos
también se desarrollen profesionalmente y ayuden al desarrollo de
Chile.
Estamos frente a una oportunidad que no hemos sabido
aprovechar, insiste Gajardo
“Nosencontramos con un profesional o una
persona preparada profesionalmente que el país no sabe aprovechar y que tampoco
le ofrece oportunidades. Y que compite con otros inmigrantes, con una realidad
distinta, pero compite en igualdad de condiciones, o sea, como si fuera un
migrante sin ninguna preparación o una especialización”.
Ahora,
afortunadamente y a diferencia de otros grupos, los casos de discriminación han
sido minoritarios, asegura Liscano. “En su mayoría el chileno ha recibido bien
esta migración. Cada día son más las municipalidades que buscan tener espacios
de apoyo a la municipalidad migrante, por ende, yo creo que Chile está caminando a ser un país que
acoja de mejor forma a la migración”.
Sin embargo,
aún existen trabas que deberíamos mejorar, como los procesos
burocráticos para adquirir la visa, ya que se trata de un
círculo vicioso donde a la persona le piden un contrato de trabajo para poder
solicitar la visa temporal, pero para obtener un contrato, el empleador pide un
RUT.
“Así como
nosotros venimos soñando con un mejor futuro y construir en el país que nos
acoge, Chile tiene esa oportunidad de recibirnos y agarrar toda esta energía
que nosotros traemos para que juntos podamos construir y generar nuevas
oportunidades”, propone María Laura.
¿Crees que esta es una buena oportunidad para el país?
Tomado
de:
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