POR: EFE, OCTUBRE 23 DE 2017
Numerosas familias venezolanas que
salieron de su país para buscar una oportunidad en Colombia viven ahora el drama
de no tener cómo comenzar de nuevo y en algunos casos ni siquiera ganan lo
suficiente para comer, una situación que empeora con el paso de los días.
Muchas de ellas son mixtas, formadas por parejas colombo-venezolanas,
que ante la crisis política, económica y social del país vecino decidieron
cruzar la frontera terrestre y establecerse en Barranquilla o algún pueblo de
la costa atlántica colombiana, región de donde miles de ellos emigraron en los
años de la bonanza venezolana.
Silvana Méndez, que vivió 17 de sus 32 años en Venezuela, y regresó a
Colombia en mayo pasado desde Valencia, capital de Carabobo, en compañía de su
esposo venezolano y de sus tres hijos, es uno de esos casos. "En Venezuela mis tres hijos estaban
pasando hambre porque allá no se consigue nada aunque uno tenga plata, pero acá
también pasan hambre porque hay cosas para comprar pero no se tiene la
plata", dijo.
El mayor de los hijos de Méndez tiene 14 años, el segundo cuatro y el
tercero sólo siete meses, y con él en brazos la mujer llegó a las puertas de la
Alcaldía de Barranquilla buscando ayuda. Su marido es venezolano y como
ingresaron de manera ilegal a Colombia y él no tiene ni pasaporte, no ha podido
conseguir trabajo.
"Alcancé a registrar a mis tres hijos como colombianos y gracias a
Dios los dos mayores ya están en el colegio. Ahora estoy buscando la manera
meter al último en una guardería para yo buscar trabajo, porque mi marido es
poco lo que gana", cuenta mientras alimenta al más pequeño.
En Barranquilla, la ciudad más importante del norte de Colombia, no hay
un censo preciso de cuántas personas han ingresado desde Venezuela, pero la Personería Municipal calcula que
más de 20.000 han llegado a la ciudad, lo que tiene un impacto no solamente en
los servicios de salud y educación pública, sino que además ha aumentado los
índices de inseguridad.
El caso de Andrea Fernández, una joven de 17 años que está en
Barranquilla desde hace quince días, no es menos dramático dado que tiene seis
meses de embarazo y está alojada junto con su madre en una habitación donde
"una amiga colombiana de buen corazón" que les dio posada.
Al ser menor de edad y sin ningún documento que compruebe su vínculo
con Colombia, Fernández no ha podido ser inscrita en el servicio de salud para
la atención de su embarazo y solo la gestión de ayuda humanitaria de la
Personería ante instituciones de salud privadas le permitiría tener a su hijo
en un hospital o clínica.
"Yo no tengo familiares colombianos y al papá de mi hijo lo
cogieron preso en Venezuela. Estamos buscando quien nos ayude con 250.000 pesos
(unos 85 dólares), que es lo que nos cobra un señor para hacernos una casa de
tablas en Villa Caracas, porque quién sabe hasta cuándo nos van a dejar vivir
en el cuarto de la amiga de mi mamá", expresa con preocupación.
Villa Caracas en una barriada en el
suroeste de Barranquilla en donde muchas familias llegadas de Venezuela han
construido sus casas con tablas y donde es un riesgo vivir porque el terreno es
una ladera que puede derrumbarse.
Pero no solo en Barranquilla se viven los problemas de la llegada
masiva de inmigrantes de Venezuela. A poblaciones cercanas, especialmente del
sur del departamento del Atlántico, más de 10.000 personas llegaron desde el
país vecino, y la mayoría son hijos de venezolanos o colombianos que retornaron
luego de toda una vida allá.
Al respecto, la Gobernación del Atlántico reveló que hace una semana
terminó el censo en los municipios de Campo De la Cruz, Suan, Manatí, Repelón y
Candelaria e identificó que los retornados son 10.222, sin contar los
venezolanos que han ingresado ilegalmente al país y de quienes no se tiene
registro.
El secretario de Educación del Atlántico, Dagoberto Barraza, declaró
que a aquellos estudiantes que son registrados como colombianos pueden
inscribirse en el sistema de registro único de matrícula, pero los niños y
jóvenes extranjeros no pueden ingresar en los colegios. El secretario del
Interior, Guillermo Polo, ha pedido al Gobierno nacional que se adopten medidas
que permitan enfrentar una crisis que según dice, "ya no es de gestión del
riesgo sino de migración y refugiados".
Tomado de:
No hay comentarios:
Publicar un comentario