EFE 12 de noviembre de 2017
@EFENoticias
La
Unión Europea (UE) dará su visto bueno este lunes a la imposición de un embargo
de armas a Venezuela por la represión en el país y, además, una veintena de
Estados miembros, entre ellos España, se comprometerán a colaborar más en
Defensa mediante una cooperación estructurada permanente (Pesco).
Son
las dos cuestiones más importantes que estarán el lunes sobre la mesa del
Consejo conjunto de los ministros de Exteriores y Defensa de la UE, en
Bruselas.
Las
sanciones a Venezuela ya están acordadas a nivel de los embajadores de los
veintiocho y consistirán en un embargo de armas y en un veto a las
exportaciones de equipos que puedan ser utilizados “para la represión interna”
o para “vigilar” las comunicaciones electrónicas.
Además,
incluyen la “base legal” para que la UE decida una lista de personas a las que
considere responsables de la situación en el país, a las que les prohibirá
viajar a territorio comunitario y congelará los bienes que puedan tener en la
Unión, “si la evolución de la situación lo requiere”.
Fuentes
consultadas afirmaron que se empiezan a investigar nombres aunque su inclusión
en esa lista solo se efectuará si las primeras medidas restrictivas no surten
efecto.
Serán
unas medidas graduales, selectivas, flexibles y reversibles, según fuentes
comunitarias, quienes insistieron en que no están concebidas para afectar a la
población venezolana en general.
Su
objetivo es, dijeron, impulsar un proceso creíble y significativo que pueda
conducir a una solución pacífica negociada en el país.
Por
otra parte, los ministros de Defensa de una veintena de países, entre ellos
España, firmarán la notificación de participación en la Pesco, una iniciativa
contemplada en los tratados de la UE pero jamás utilizada hasta ahora y que
puede ponerse en marcha por mayoría cualificada.
El
Consejo de ministros de España ya dio su visto bueno el pasado viernes para que
el país se sume a esta iniciativa, fuertemente defendida también por países
como Francia, Alemania o Italia.
Países
como el Reino Unido (en pleno proceso de salida de la UE), Dinamarca o Irlanda
han decidido por el momento quedarse fuera.
Más
adelante, en diciembre, el Consejo de la UE aprobará la base legal para que los
países participantes puedan empezar a planificar proyectos conjuntos.
La
dificultad de esta iniciativa radicaba en que los participantes tenían que
asumir compromisos vinculantes ambiciosos pero sin crear una política tan
restrictiva como para que el resto de Estados miembros no pudieran unirse a
ella en el futuro.
Al
firmar la Pesco España asume los compromisos de aumentar los presupuestos de
defensa para alcanzar los objetivos acordados, incrementar el gasto de
inversión en defensa hasta el 20% y aumentar los proyectos de capacidades
estratégicos colectivos e industriales.
También
se compromete a incrementar proporcionalmente los gastos dedicados a innovación
y el desarrollo para aproximarlos a 2%.
“La
Pesco es el compromiso de planificar juntos. Los proyectos serán una
consecuencia de ello”, indicaron fuentes diplomáticas.
Las
capacidades que desarrollen los países de la Pesco quedarán bajo su control,
aunque deberán tener en cuenta la complementariedad con la OTAN, apuntaron, a
fin de evitar solapamientos.
Además,
por sí misma la Pesco no creará una estructura de comando y control ni estará
diseñada para liderar operaciones por sí misma.
Los
países participantes deberán presentar sus planes nacionales de defensa y habrá
un mecanismo de control de los compromisos vinculantes y de sus plazos,
apuntaron las fuentes europeas.
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