El Tiempo 20 de julio de 2018
Unidades
médicas fueron ubicadas en la vía Bucaramanga-Cúcuta para los caminantes
extranjeros.
La
Cruz Roja Colombiana reforzó esta semana su dispositivo de atención humanitaria
en la frontera con Venezuela, desplegando unidades médicas en varios sectores
viales de Norte de Santander, por donde cientos de venezolanos suelen transitar
a pie para viajar hacia el centro y sur del país.
Con la
implementación de este sistema asistencial, que está basado en un servicio de
primeros auxilios y en la ampliación de una cobertura alimentaria, este
organismo multilateral espera acoger 240.000 migrantes en críticas condiciones
médicas, que provengan de la nación vecina.
Estos
puntos estarán en plena línea divisoria, específicamente en el sector de La
Parada, del municipio de Villa del Rosario, y en un tramo del páramo de Berlín,
situado sobre la vía que comunica a la capital de Norte de Santander con
Bucaramanga.
“La
Cruz Roja empezó a implementar una estrategia especial ante la crisis
humanitaria que enfrenta el país con el fin de atender miles de personas (…)
Estas actividades están concentradas en los departamentos fronterizos como La
Guajira, Norte de Santander y Arauca. Nuestro enfoque son las áreas de salud y
alimentación”, explicó Diego Orlando Ruiz, jefe de operaciones de esta entidad.
En el
punto de apoyo y contacto, que está ubicado en el tramo denominado como Don
Juana, han sido atendidas 625 personas durante el mes de julio. En otro puesto
móvil, que se encuentra a las afueras del municipio de Pamplona, a una
distancia de 74 kilómetros de Cúcuta, se han reportado 372 casos de primeros
auxilios.
Según
un comunicado de la Cruz Roja, a estos caminantes se les brinda orientación
sobre la ruta emprendida, se les explica sobre los riesgos que enfrentan al
emprender esta travesía y se les dan algunas orientaciones para acceder a
servicios de urgencia en caso de una emergencia vital durante su trayecto.
Asimismo,
este grupo de socorristas ofrece un servicio de hidratación con la entrega de
una botella plástica de agua para el viaje, refrigerio, kit de higiene y una
revisión médica para determinar el estado de salud del migrante antes de que
continúe su recorrido.
De
acuerdo con la Policía de Norte de Santander, cerca de 300 ciudadanos
extranjeros caminan diariamente los 195 kilómetros de carretera que separan a
las ciudades capitales de estos dos departamentos.
En
medio de los operativos que desarrolla esta institución se ha sorprendido a 721
venezolanos sin la debida documentación, principalmente en las vías de acceso a
los municipios de Pamplona, Tibú y Chinácota. La cifra es casi mil veces
superior a los 47 casos que se presentaron el año pasado por infringir la norma
migratoria.
Este
elevado paso de venezolanos obligó a las autoridades colombianas a reforzar los
controles de verificación con la instalación de un nuevo puesto de atención,
que a principios de este año inauguró Migración Colombia en el corregimiento de
Berlín, del municipio de Tona, Santander.
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