AFP 27 de septiembre de 2019
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Esfuerzos
organizados para manipular las redes sociales y la opinión pública se están
realizando en al menos 70 países por agencias gubernamentales y partidos
políticos, dijeron el jueves investigadores.
Un
informe del Oxford Internet Institute sostiene que los intentos de manipulación
se han duplicado en los últimos dos años y están siendo utilizados por
gobiernos tanto democráticos como autoritarios.
De
acuerdo con este estudio, Facebook sigue siendo «la plataforma preferida» para
la manipulación de las redes sociales, tras hallar evidencia de ello en 56
países.
Los
investigadores dijeron que «actores estatales sofisticados» de al menos siete
países están trabajando fuera de sus fronteras en operaciones de influencia
extranjera global, utilizando Facebook y Twitter.
El
informe identificó a esos países como China, India, Irán, Pakistán, Rusia,
Arabia Saudita y Venezuela.
«La
manipulación de la opinión pública mediante las redes sociales sigue siendo una
amenaza decisiva para la democracia, a medida que la propaganda computacional
se convierte en una parte dominante de la vida cotidiana», dijo Philip Howard,
director del instituto, con sede en Reino Unido.
«Aunque
la propaganda siempre ha sido parte de la política, el amplio alcance de estas
campañas plantea preocupaciones cruciales para la democracia moderna».
El
informe destaca el enorme aumento de la manipulación de las redes sociales
desde las elecciones estadounidenses de 2016 y el referéndum sobre el Brexit,
eventos en los que se observaron por primera vez estos métodos.
Los
investigadores hallaron evidencia de campañas organizadas de manipulación de
redes sociales en 70 países en 2019, frente a 48 en 2018 y 28 en 2017.
«En
cada país hay, al menos, un partido político o agencia gubernamental que
utiliza las redes sociales para moldear los comportamientos públicos
internamente», dijo el informe.
Los
investigadores de Oxford descubrieron que políticos y partidos políticos han
estado sumando seguidores falsos o difundiendo informaciones manipuladas en 45
democracias.
En
26 estados autoritarios, las entidades gubernamentales «han utilizado la
propaganda computacional como herramienta de control de la información para
suprimir la opinión pública y la libertad de prensa, desacreditar las críticas
y las voces opositoras, y ahogar la disidencia política», escribieron los
investigadores.
El
estudio también sostiene que China se ha convertido en «un actor importante en
el orden mundial de la desinformación» y ha ido más allá de sus plataformas
nacionales como Weibo, WeChat y QQ a servicios como Facebook, Twitter y YouTube.
Samantha
Bradshaw, autora principal del informe, dijo que muchos países se están
aprovechando de las mismas plataformas sociales que fueron utilizadas por
activistas prodemocráticos años antes.
«Aunque
las redes sociales alguna vez fueron elogiadas como una fuerza para la libertad
y la democracia, cada vez son más objeto de escrutinio por su papel en la
amplificación de la desinformación, la incitación a la violencia y la
disminución de la confianza en los medios de comunicación y las instituciones
democráticas», dijo Bradshaw.
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