Manuel Farías 14 de octubre de 2019
@ReutersVzla
Fitch
Ratings dijo el lunes que persisten las presiones bajistas para las
calificaciones soberanas en América Latina y el Caribe, lo que refleja en parte
un entorno macroeconómico en general más débil que llevó a la agencia recortar
con fuerza su pronóstico de crecimiento para la región.
Según
la agencia, la perspectiva de crecimiento para América Latina y el Caribe se ha
deteriorado en los últimos meses ante los persistentes contratiempos externos,
en medio de una guerra comercial entre Estados Unidos y China que genera
desafíos para la región, y las incertidumbres políticas internas.
“Lo
anterior aumenta los desafíos que muchos países enfrentan para consolidar las
cuentas fiscales y estabilizar las cargas de deuda pública”, aseguró Fitch en
un reporte.
Así,
la agencia recortó con fuerza su pronóstico de crecimiento económico para 2019
a un 0,7% desde el 1,9% estimado en el segundo trimestre de este año.
“Un
crecimiento mundial y chino más lento así como la volatilidad en los precios de
las materias primas, vinculadas en parte a las persistentes incertidumbres
relacionadas con el proteccionismo comercial, es un desafío externo clave para
América Latina”, según Fitch.
“Los
efectos negativos derivados de la profundización de la crisis argentina y las
incertidumbres políticas de reformas específicas de cada país también pesan
sobre la confianza doméstica y la actividad en los países vecinos”, agregó.
Para
Fitch, el impulso para realizar reformas económicas y fiscales necesarias para
impulsar el crecimiento de la productividad e incrementar la inversión, reducir
los déficits y estabilizar la deuda pública en varias grandes economías es
limitado.
Por
ejemplo, la crisis generada en Argentina plantea interrogantes sobre la
dirección de la política en el país y la implementación del programa del FMI.
La nota “CC” refleja que es probable otro evento crediticio en el país.
Mientras,
Brasil ha tenido avances para aprobar una reforma de pensiones clave para el
Gobierno, pero se necesitan otras medidas fiscales para mejorar el panorama de
las finanzas públicas a corto plazo. Y la rebaja en junio de México a “BBB”
refleja la incertidumbre en la política local y el aumento de los riesgos por
el deterioro del perfil crediticio de Pemex.
“La
perspectiva de crecimiento suave, un entorno de baja inflación (excepto en
Venezuela y Argentina), combinado con expectativas de inflación ancladas y un
panorama de política monetaria expansiva a nivel global ha abierto espacio para
un alivio monetario”, dijo Fitch.
“Los
bancos centrales en Brasil, Chile, México y Perú ya han recortado las tasas.
Sin embargo, los amplios déficit fiscales y desafiantes dinámicas de deuda
seguirán pesando en la flexibilidad fiscal, limitando la capacidad de varios
gobiernos en la región para estimular la demanda interna”, agregó.
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