David Alandete 20 de junio de 2020
@alandete
Justo tres días después de que Andrés Manuel
López Obrador le lanzara un salvavidas a Nicolás Maduro y
se ofreciera a venderle gasolina al régimen chavista, el Gobierno estadounidense
ha revelado una trama radicada en México para sortear sus sanciones y
distribuir el petróleo venezolano. Según las autoridades estadounidenses, dos
empresas mexicanas, Libre Abordo y Schlager, han extraído de Venezuela 30
millones de barriles de crudo por unos precios irrisorios.
Este diario informó en abril de que el Gobierno de
EE.UU. investigaba un acuerdo entre las dos empresas mexicanas y la petrolera
estatal venezolana, Pdvsa, para canjear crudo de esta última por 210.000
toneladas de maíz y 1.000 tanques de agua potable. Finalmente, Libre
Abordo y Schlager sacaron los 30 millones de barriles
y sólo pagaron con 500 tanques de agua, un precio que EE.UU. considera
«increíblemente inflado».
Las personas sancionadas por el Tesoro estadounidense
son el mexicano Joaquín Leal, socio del colombiano Alex
Saab, detenido en Cabo Verde y cuya extradición ha
solicitado EE.UU., y las empresarias Olga María Zepeda Esparza y Verónica
Esparza García. Se les prohibe a ellos y a ocho compañías con las que
operan hacer negocios en EE.UU., donde quedan congelados todos sus bienes.
Relevo de Rusia
Según la investigación de EE.UU., revelada el jueves
por el Tesoro (ministerio de Finanzas), cuando la empresa estatal rusa Rosneft dejó
de distribuir el crudo venezolano por las sanciones aprobadas por Donald
Trump, el régimen empleó al colombiano Saab y el mexicano Leal para buscar
otras vías de distribución. Ahí apareció Libre Abordo, que desde 2010 se dedica
a importación, exportación y almacenaje en México, y que en 2019 firmó un
contrato con la Corporación Venezolana de Comercio Exterior para vender maíz y
contenedores al régimen chavista.
Como pago por esos productos y los tanques de agua,
ambas partes aceptaron 30 millones de barriles de crudo venezolano, cuyo valor
de mercado estima EE.UU. en 300 millones de dólares (unos 280 millones de
euros). Libre Abordo subcontrató entonces a Schlager, otra empresa que se
dedicaba al comercio al por mayor de bebidas para extraer y distribuir el
crudo. Según el Tesoro, ambas empresas, bajo las directrices de Leal, «copiaron
el modelo de distribución del crudo venezolano de la empresa estatal rusa
Rosneft».
El FBI investigó a las dos empresas antes mencionadas
y a otra de cuyos negocios con Venezuela informó ABC en abril, Jomadi.
Esta compañía mexicana acordó el pasado 17 de marzo con el régimen de Maduro la
extracción de cinco millones de barriles de crudo de Venezuela a precio de
saldo, aunque no figura en la lista aprobada de exportaciones de hidrocarburos
del Gobierno de México.
En virtud del acuerdo al que tuvo acceso ABC, esa
empresa mexicana, Jomadi, recibiría el petróleo crudo venezolano en puertos
de Turquía a cambio de una cantidad de litros de gasolina de
95 octanos que se decidiría a futuro y se depositaría en buques en aguas
costeras venezolanas. El director de Jomadi, José Refugio Ruiz,
dijo luego a este diario que ese canje no tuvo lugar. El 31 de mayo, Libre
Abordo se declaró en suspensión de pagos alegando «presiones políticas
insostenibles» de EE.UU. por sus acuerdos de canje de alimentos por petróleo
con Venezuela, lo que generó pérdidas «irreversibles» por más de 90 millones de
dólares.
Canje de alimentos
En teoría, el canje de crudo por alimentos de primera
necesidad no es contrario a las sanciones, pero según dice ahora el Tesoro
estadounidense, esa transacción en concreto fue ilegal, ya que los alimentos no
llegaron a destino. Queda por aclarar cuál fue el pago real por esos 30
millones de barriles.
Dice el Tesoro estadounidense en el comunicado en el
que anunció las sanciones: «La explotación de los recursos naturales de
Venezuela, incluido el petróleo, en beneficio del régimen ilegítimo del
presidente Maduro y sus secuaces es inaceptable. Aquellos que faciliten dicha
actividad al participar en tramas ilícitas con personas sancionadas corren el
riesgo de perder el acceso al sistema financiero de EE.UU».
Saab, testaferro de Maduro, se enfrenta a cargos en
EE.UU. por lavado de dinero, en relación con un plan para pagar
sobornos, según un documento de la Fiscalía del Distrito Sur de Florida
presentado en junio del año pasado. Tras ser detenido en Cabo Verde, se
enfrenta a un juicio de extradición. La Casa Blanca ha enviado al país africano
a agentes de la Agencia Antidroga.
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