EFE 25 de noviembre de 2024
El
líder opositor venezolano reiteró su intención de tomar posesión del cargo,
respaldado por los 7,3 millones de votos que obtuvo en las elecciones del 28 de
julio
El
líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia afirmó este
lunes que está “moralmente preparado” para enfrentar su posible detención si
regresa a Caracas el próximo 10 de enero para asumir la presidencia de
Venezuela.
En una
entrevista con EFE, reiteró su intención de tomar posesión del
cargo, respaldado por los 7,3 millones de votos que obtuvo en
las elecciones del 28 de julio, frente a los 3 millones atribuidos al actual dictador, Nicolás
Maduro.
“Lo que no tengo es boleto todavía, pero mi plan es estar allí”, subrayó.
Según
el abanderado de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), sería recomendable
para el país que Maduro deje el poder, pues su permanencia afecta “la salud de
todos los venezolanos”. Pese a esto, defiende una transición pacífica en
la que el chavismo tenga un lugar en el futuro político del país.
“El
chavismo es una fuerza política que va a permanecer en el país. Habrá una
transición en donde las bases populares puedan tener un espacio”, señaló.
González
Urrutia también insistió en que el mandato de Maduro ya concluyó, abriendo la
posibilidad de que este permanezca en Venezuela como un ciudadano más.
Respecto
a las órdenes de detención en su contra y de María Corina Machado,
el líder opositor calificó estas acciones como señales de “debilidad” del
régimen de Maduro.
Además,
expresó su confianza en la movilización ciudadana convocada
por Machado para el 1 de diciembre, tanto dentro como fuera de Venezuela,
aunque advirtió sobre un posible clima de violencia generado por el chavismo.
“La
movilización masiva es crucial para la transición. Sin embargo, en el país hay
un clima de provocación y violencia potencial por parte del régimen”,
afirmó.
En
caso de asumir la presidencia, González Urrutia priorizará la liberación de los
más de 2.000 presos políticos que calcula hay en el país y
trabajará en “el reencuentro de los venezolanos”.
“Esa
va a ser mi tarea fundamental: la reconciliación del país”, aseguró.
Para
lograrlo, apuesta por negociaciones previas que permitan una transición
ordenada, abriendo espacios para todas las fuerzas políticas, incluidas las
chavistas, en un proceso que impulse la recuperación política, económica y
social del país.
“Habrá
negociaciones previas que permitirán, Dios mediante, una transición ordenada.
Podría llegar a haber una convivencia dentro del suelo venezolano”, sostuvo.
“Teóricamente,
nosotros somos mayoría, por supuesto, pero lo que nosotros deseamos es
pasar la página y abrir un espacio para la recuperación de Venezuela, la
recuperación en el más amplio sentido: Política, económica y socialmente
hablando”, agregó.
“La
Constitución venezolana solo permite un presidente. Yo soy el que va a tomar
posesión el 10 de enero”, afirmó González Urrutia, al ser preguntado por el
futuro de Maduro.
El
líder opositor agradeció el respaldo de gobiernos y organismos internacionales,
incluyendo el premio Sajarov otorgado por la Unión Europea a
él y a Machado.
También
destacó el reconocimiento de Estados Unidos como presidente
electo y las gestiones de sus vecinos latinoamericanos para facilitar la
transición.
En
cuanto a la cúpula militar, González Urrutia considera que los altos mandos
apoyan la estabilidad del régimen, pero apunta que “los puntos medios y las
bases reflejan los problemas de la sociedad venezolana, como la inflación y las
carencias en salud”.
A
pesar de los posibles riesgos, González Urrutia aseguró no temer por su
seguridad ni por la de su familia en Caracas, gracias a un acuerdo previo al
exilio.
“Cuando
yo negocié mi salida a España hubo un acuerdo de algunas garantías. Una de
ellas es la de no intervenir con mi familia”, concluyó.
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