El Espectador 11 de febrero de 2018
En
diálogo con El Espectador, Martín Santiago, coordinador residente humanitario
de la ONU en Colombia, explica el papel que tendrá el organismo en la atención
de la crisis migratoria.
Aunque
aún las autoridades no se atreven a calificar de "masiva" la llegada
de venezolanos a Colombia, el presidente Juan Manuel Santos ya reconoció que la
situación se desbordó. El Estado no estaba preparado para atender un fenómeno
con estas características y el tema se convirtió en una problemática social. En
un año, cerca de 600 mil venezolanos se han instalado en Colombia. La cifra va
en aumento.
"Nunca
nos habíamos enfrentado con una situación así", dijo Santos desde Cúcuta,
a menos de 10 kilómetros de la convulsionada frontera. Aunque el fenómeno
migratorio es visible en todas las ciudades de Colombia, en las zonas
fronterizas la situación es más compleja.
Según las autoridades, ha aumentado la delincuencia, la indigencia y la
prostitución.
Para
hacer frente a la problemática de seguridad, Santos ordenó el traslado de cerca
de 3000 uniformados a la frontera colombo - venezolana además, anunció la
creación del Grupo Especial Migratorio (GEM) “que tendrá la responsabilidad de
controlar el espacio público, vigilar el orden público, regularizar la
prostitución, la protección de menores y controlar el contrabando”, explicó el
mandatario. Este nuevo grupo estará conformado por funcionarios de la Policía,
el ICBF y la DIAN.
Como
Colombia no tiene experiencia en el manejo de estas crisis, se pidió la ayuda
de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, organismo con amplia
experiencia en este tipo de situaciones.
Una de
las primeras recomendaciones de la ONU, fue la creación de un centro de
atención al migrante que tendrá, inicialmente, capacidad para atender a 2 mil
personas. Martín Santiago, coordinador residente humanitario de la ONU en
Colombia, explicó a El Espectador que el lugar tendrá un diseño modular y
gradual para que pueda ser ampliado en caso de ser necesario.
"El
objetivo es que en este lugar podamos cumplir con la respuesta a las personas
que están en situación de vulnerabilidad y de esta forma hacer que la migración
sea ordenada, legal y segura".
En
este centro de atención al migrante, trabajarán articuladamente otros
organismos de la ONU como ACNUR, ONICEF y ONU Mujeres.
El
funcionario considera que uno de los retos principales es lograr una correcta
"integración de los migrantes a las comunidades receptoras". Para
eso, dice, "es fundamental el trabajo con las autoridades locales y
departamentales. También hay que tener en cuenta la capacidad que tiene, en
este caso el Estado colombiano, para responder a los requerimientos".
"Hacemos
un llamado a toda la comunidad a evitar la estigmatización de las personas que
cruzan la frontera respondiendo a una necesidad extrema. La hermandad entre el
pueblo colombiano y venezolano tiene que prevalecer", agregó.
Para
la ONU, ajustar las medidas tomadas a los estándares internacionales, es
fundamental. Saber cuántas personas están siendo atendidas, será clave.
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