Analítica 15 de febrero de 2021
@Analitica
Todos conocen la tragedia que ocurre en una de las
naciones potencialmente más ricas de África. Prácticamente la minería ilegal ha
destruido ese país, causando la muerte a millones de personas, aparte de haber
destruido enormes porciones del territorio. Además, el conflicto alrededor de
los intereses mineros llevó incluso a la muerte del entonces secretario de las
Naciones Unidas, el sueco Dag Hammarskjold, quien intentó apagar el fuego entre
los grupos rivales, muchos de ellos apoyados por diferentes países
occidentales, en medio del clima político de la Guerra Fría.
En Venezuela estamos en camino de convertirnos en un
escenario parecido, aunque ya el desastre ecológico es de proporciones
inconmensurables. Al igual que en el Congo, el arco minero tiene una variedad
de minerales que despiertan la codicia de muchas empresas, que no aún no están
presentes por el caos que se ha convertido nuestro país. Allí no solo hay oro,
sino también diamante y coltán y otros minerales menos relucientes, pero
igualmente valiosos.
Solo un gobierno serio y responsable podrá -y con
dificultades- restablecer el orden en una zona que hoy es tierra de nadie, y en
la que para nuestro pesar, pone a su manera un cierto orden el ELN, con la
anuencia de las FFAA.
En el sur de Venezuela está ocurriendo una tragedia no
solo ecológica, sino humanitaria, social, ética y moral, que de no corregirse
acabará contagiando el resto del país. El dorado, por fin descubierto, será
peor que el estiércol del diablo, como hace muchos años definió Juan Pablo
Pérez Alfonso al petróleo, el oro negro que corrompió medularmente a nuestra
nación.
Tomado de: https://www.analitica.com/el-editorial/sera-venezuela-un-nuevo-congo/
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